SEPAN LO SEPAN LO SEPAN
A Y la mentira que vivimos fue el pan nuestro de cada día. Señores del siglo veintiuno, es necesario que se sepa lo que nosotros no supimos, que se vea el contra y el por, porque no lo vimos nosotros, y que no coma nadie más el alimento mentiroso que en nuestro tiempo nos nutría. Fue el siglo comunicativo de las incomunicaciones: los cables debajo del mar fueron a veces verdaderos cuando la mentira llegó a tener mayor latitud y longitudes que el océano: los lenguajes se acostumbraron a aderezar el disimulo, a sugerir las amenazas, y las largas lenguas del cable enrollaron como serpientes el mentidero colosal hasta que todos compartimos la batalla de la mentira y después de mentir corriendo salimos mintiendo a matar, llegamos mintiendo a morir. Mentíamos con los amigos en la tristeza o el silencio y el enemigo nos mintió con la boca llena de odio. Fue la edad fría de la guerra. La edad